Me llamo Eva, Ava para los australianos. Me vine a Australia con 32 años y hace apenas unos días cumplí 34, ¡mi segundo cumpleaños en Straya! Hace un año y 8 meses aterricé por primera vez en Byron Bay. Viví un año entero en ese paraíso y desde finales de agosto del año pasado Melbourne es mi nueva casa en Australia.
Soy de un pueblo de 8.000 habitantes llamado Muro de Alcoy situado en la provincia de Alicante. Me considero risueña, soñadora, apasionada y como dicen todos los que me empiezan a conocer por aquí, intensa ¡Lo vivo todo como si fuera la primera vez! Hobbies tengo muchos, pero he descubierto que me encanta explorar un lugar por mí misma y fotografiarlo, hacerlo mío y disfrutar de una buena lectura en alguno de esos rincones.
¿Por qué decidiste emigrar a Australia?
Pues nunca se me había ocurrido venir a esta parte del mundo. Mi vida era muy monótona. Había trabajado en un banco 5 años, y cuando se fusionó mi vida se quedó un poco en standby. Había estudiado una diplomatura y un máster para llegar hasta ahí, y de repente ese sueño se desvaneció. Así que empecé a dar tumbos por España, que si un año por Ibiza, uno por Murcia, uno en Alicante, trabajando de lo que salía, y sin sentirme bien.
De repente, le detectaron cáncer a mi cuñado y me replanteé muchos puntos en tu vida. Y él, fue quien me dijo que si tanto anhelaba aprender inglés por qué no hacerlo en este momento. Así que dejé mi trabajo, y me puse a mirar. Descarté Londres por estar muy cerca, un lugar un sería fácil rendirme y volver. Descarté Malta por qué, aunque tenía claro que quería el mar cerca, no me convenció.
Canadá fue mi destino, hasta que otra vez él, mi cuñado, me mandó una captura de pantalla de lo que encontró al poner “australian men” en el buscador de internet. Esto fue el 21/01/2016, aún conservo ese pantallazo. Me escribió:
«¿Sabías que aquí se habla también inglés y hace calor?»
Y así fue, como Australia empezó a entrar en mi vida.
¿Qué estudiaste cuando llegaste en Australia?
Inglés, lo tenía claro. Eso era a lo que vine, a aprender inglés. A quitarme ese miedo, a mejorarlo y a ser capaz de estar con gente de otros países y escuchar conversaciones sin poner cara de no saber lo que están diciendo. Empecé un curso de General English de 3 meses y después hice un curso de IELTS otros 3 meses más.
Siendo sincera, mi primer curso no me gustó nada. Me encontré con una clase donde mucha gente solo iba para pasar el rato y yo quería aprender. Me daba la sensación de que se perdía mucho tiempo en clase en banalidades. Al contrario, en IELTS. En el curso de IELTS que a pesar de que no me quise examinar, aprendí muchísimo.
En esta clase, los estudiantes tenían un propósito, y se notaba. Además, todos los días se practicaba el listening, reading, writing, y el speaking, ¡todos los días! Y con un montón de vocabulario… aprendes a decir basura de 5 o 6 formas distinta. Y cuando menos te lo esperas, han pasado los 6 meses de clases y 9 meses en Byron Bay.
¿Cuáles han sido tus trabajos en Australia?
Dishwasher (¿Quién dijo que lavar platos era trabajo de hombres?) y cleaning (limpiar apartamentos, Airbnb, y casas particulares).
¿Cobrabas bien? ¿Suficiente para vivir?
De todo un poco, hubo meses que trabajaba en 3 sitios distintos, pero me dio para vivir, pagar mis gastos, y ahorrar un poco. Cobraba $15 AUD la hora en un dishwasher y además me daban dos comidas, así que me ahorraba mucho en la cesta de la compra.
En el otro dishwasher cobraba $20 AUD la hora (tres días a la semana unas 16 horas semanales) y los findes por la mañana haciendo camas y limpiando las cocinas de los apartamentos ($20 AUD la hora) y la época de vacaciones, limpiando AirBnB por $25 AUD la hora con el ABN.
¿Qué visados has tenido y cuál tienes ahora?
Voy por mi segundo visado de estudiante (tener 34 años no me permite otra posibilidad, de momento) Así que soy la eterna estudiante en Australia.
¿Cuál es la situación más graciosa en la que te has encontrado en Australia?
¡Hay miles! Un año y 8 meses dan para mucho. Aquí he llorado mucho más que nunca, pero de la risa y de situaciones raras. Estando en casa de una amiga en Byron Bay, fuimos a cenar y estábamos hablando y de repente darnos cuenta que no estábamos solas. ¡Una señora huntsman del tamaño de la mano andaba por el suelo! Atrapar esta araña gigante fue un auténtico show. ¡Y qué risas! No se me olvidará nunca, ya que después de esa, las que entraban ya en mi habitación me parecían hasta bonitas, hahaha.
Otro día, limpiando un baño de una casa cerca de Melbourne, y miré por la ventana y daba crédito a lo que estaba viendo. Señores, aquí en el jardín no tienen perros, ¡tienen CANGUROS! Fue una situación surrealista, me vi a mí misma con la escobilla del baño en la mano y viendo a través de la ventana como saltaban los canguros.
¿Cómo es tu día a día y tu vida en Australia?
Desde que llegué a Melbourne, ninguna semana ha sido igual. Trabajo de lunes a viernes limpiando casas de particulares a una hora de Melbourne. Por lo que todos los días limpio al menos dos casas, y aprovecho siempre que puedo para hablar con los clientes. Y por la tarde, los miércoles y los jueves, voy a mi curso VET de 6 a 9 pm. El resto de las tardes, o estoy de relax, o voy al CBD, o quedo con los que son mi gente ahora aquí, o me cojo el coche y marcho a explorar nuevos sitios.
¿Algo que no te guste de Australia?
Que engancha mucho, llevo un año y 8 meses sin volver a España.
¿Tienes contacto con ‘aussies’? ¿Qué opinas de los que conoces?
Por suerte, sí que tengo contacto. ¡Ahora empiezo a tener más que antes! Mis dos jefas aussies son un amor. Con mis clientes, es todo atención lo que tienen hacía ti. En mi opinión, tienen una filosofía de vida increíble, easy-going, no drama, no worries, trabajan para vivir, no rush, saben disfrutar de la vida, son muy muy amables y la mayoría muy buena gente.
¿Qué piensas sobre la fauna y la flora australiana?
INCREIBLE. Tan salvaje, tan distinta, tan impresionante. Recuerdo cuando fui a Wilson’s Promontory. En un mismo día vi koalas, canguros, wallabies, possums, wombats, kookaburras, parrots, entre otros animalejos, ¡en un mismo día!
De verdad, da la sensación de estar dentro de una película. Las primeras veces no se olvidan. Ballenas, delfines, medusas, serpientes, arañas, pavos caminando por la calle como si de perros se tratasen,… Byron Bay tenía una riqueza increíble. Y qué decir de la Flora, no deja indiferente, es tan diferente a lo que tenemos en España que me quedo sin adjetivos calificativos.
¿Tuviste un COOLaborador cuándo llegaste?
En Byron Bay sí. Y es un alivio, ya que llegas aturdido de tantas horas en el avión, todo es nuevo, hay muchas expectativas, mucha emoción, sentimientos contradictorios, tristeza, desorientación, … Y que una cara sonriente te explique un poco como ubicarte donde va a ser tu nuevo hogar por un tiempo, siempre es un alivio. Yo lo agradecí mucho.
Y en Melbourne, no tuve COOLaborador, ya que fue mi segunda renovación. Aun así, Nerea la excolaboradora en Melbourne, tuvo la paciencia de escucharme y de darme consejos. Le estaré eternamente agradecida (no sabía cómo funcionaba el tema del tram y era algo que realmente me atormentaba).
¿Qué aconsejas a que quieren venir a Australia?
Chilenos, colombianos, mejicanos, españoles, a quien quiera dar el salto, la actitud lo es todo. Las prisas, nunca juegan buen papel. Sin prisa, pero sin pausa y ganas ¡junto con positividad! Salir de la zona de confort no es fácil, sentirse solo es lo más normal cuando llegas aquí, y empezar algo de cero siempre es costoso, pero el resultado es que Australia engancha y que somos unos cuantos los que llevamos tiempo por aquí. Que hemos tenido nuestros momentos malos, pero que los buenos terminan por ocultar esas lágrimas derramadas al principio.
¿Qué aconsejas a los que acaba de aterrizar en Australia?
Nunca juzgues un sitio la primera semana, ni el primer mes. Adaptarse a una nueva cultura cuesta, pero partimos con la ventaja de que somos estudiantes. Una escuela te brinda la oportunidad de conocer a muchas personas que están en tu misma situación. Por lo que no te cierres, ¡y relaciónate!
Escribe lo que te dé la gana:
Hazlo, no lo pienses más. La edad, un número. No pongas más peros en vivir una experiencia única. No te preocupes por lo que dejas, porque no va a cambiar, ¡y siempre estará! Y otro dato más:
THIS ENTIRE PLANET IS HOME. STAYING IN ONE CITY YOUR WHOLE LIFE WOULD BE LIKE NEVER LEAVING THE BEDROOM.