Cuando piensas en lo primero que echarás de menos cuando llegues a Australia, seguro que piensas principalmente en dos cosas: la familia y la comida. Pero te aseguramos que hay muchas más cosas que también recordarás con nostalgia… Te avisamos para que vayas haciéndote a la idea. 😉
1. La familia y los amigos
Esta ya te la imaginabas, ¿no? Ya sabes que estar lejos de tus seres queridos nunca es fácil: de tus padres, de tus hermanos y, especialmente, de tus amigos.
Pero tranquilo, la tecnología de hoy en día te permite mantener un contacto diario con las personas que quieres —o que quieras— fácilmente: videollamadas con todos tus familiares, conversaciones interminables con tu madre respondiendo todas las preguntas que tiene por hacerte, WhatsApps infinitos con tu amigo sobre esa foto “de postureo” que has subido en la playa… Al final, no les echarás tanto de menos.
2. La comida
Imagínate un buen bocadillo de jamón o de chorizo; una paella recién hecha, con todos los ingredientes que debe tener una paella; un plato de lentejas de tu abuela; patatas bravas; tortilla de patata… Y ahora deja de imaginártelo, porque aquí será complicado.
Es cierto que, en los markets, puedes encontrar todo tipo de ingredientes para cocinar lo que quieras —desde una tortilla hasta un plato de alubias—, pero probablemente dirás que “no sabe igual” (si no lo dices tú, seguro que lo dice otro). La verdad es que los alimentos en Australia no saben igual: ni mejor ni peor, simplemente distintos. Eso sí, podrás encontrar productos de primerísima calidad, pero chorizo, lo que es chorizo…
3. Las persianas
¡Benditas persianas! En Australia amanece pronto. Muy pronto. Entre las 4:30 y las 6:30, dependiendo de la estación. Las persianas son una de esas cosas que no echarás de menos hasta que llegues aquí —o hasta que estés leyendo este post. No las echarás de menos, seguramente, hasta que un día decidas dormir hasta tarde. Será entonces cuando un magnífico y radiante sol entre por tu ventana y te despierte sin piedad.
Una solución eficaz es usar cortinas opacas, aunque no conseguirás una oscuridad completa. ¿Nuestro consejo? Levántate y disfruta del día. 😉
4. Los horarios
Como hemos dicho, en Australia se madruga. Se madruga mucho. Por lo tanto, es completamente entendible que regulen sus horarios de comidas según sus madrugones. Aquí se come de 10:30 a 12:30 h y se cena de 18:00 a 20:00 h. Puede que veas a alguien comiendo o cenando fuera de esas horas. Probablemente sea alguien como tú, que está aún intentando acostumbrarse al horario.
5. La velocidad de internet
Esta no te la esperabas, pero sí: Australia es un país realmente avanzado en infinidad de aspectos, pero el internet… uno de sus temas pendientes. En la mayoría de las ciudades, las conexiones son realmente lentas. Incluso hay zonas alejadas de la city donde las personas tienen acceso limitado a internet. Por lo general, las tarifas no suelen ser muy caras, pero su velocidad va acorde al estilo de vida aussie… Keep calm, mate!
6. Los precios del alcohol
Y no solo del alcohol: el tabaco en Australia también es realmente caro. Además, el alcohol solo podrás comprarlo en tiendas especializadas para ello. Nada de supermercados. Y para el tabaco, tendrás que ir a un espacio específico dentro del propio supermercado. Vamos, un lío. Lo mejor es que pronto dejarás de echarlo de menos, cuando simplemente acabes por dejarlo. 😉
7. Los enchufes
¿Los enchufes? ¡¿Qué?! ¿Es que no hay enchufes en Australia? Tranquilo, sí que los hay, pero quizá no precisamente donde tú los necesites. Por ejemplo, mientras escribo este artículo, el cable de mi ordenador está cruzando peligrosamente de lado a lado de mi comedor.
Por otro lado, cada enchufe tiene su propio interruptor. Un interruptor que tienes que activar y desactivar cada vez que enchufes o desenchufes algo. No lo olvides, porque en principio es un buen mecanismo para ahorrar energía, pero suele resultar un poco frustrante cuando olvidas pulsarlo antes de acostarte y encuentras tu móvil al 1 % cuando te levantas por la mañana.
8. Las tiendas de chinos
Esas tiendas donde encuentras todo lo que necesitas, cuando lo necesitas. Y es que puedes encontrarlas en cualquier esquina. En Australia también podrás encontrar tiendas parecidas, pero tendrás que buscarlas a conciencia o pedirle a alguien que te diga dónde están, porque no son fáciles de encontrar.
Recuerda este nombre: Kmart. Esta cadena de tiendas quizá pueda sacarte de algún apuro en más de una ocasión.
9. Los bichos del tamaño de bichos
En la mayoría de los países, cuando pensamos en una mosca, una araña o un mosquito, pensamos en un bichito pequeño, prácticamente inocente e inofensivo. Olvídate de esto cuando vengas a Australia. No vamos a entrar en detalles sobre el tamaño de estos bichos en este país, por no quitarte las ganas de venir. Simplemente diremos que echarás de menos esas pequeñas arañas que, en tu país, no oponen resistencia a tu zapatilla. Eso sí, recuerda: en Australia… ¡nada de matar insectos!
10. Conducir después de “una” cerveza
Ya lo hemos mencionado antes, y lo volvemos a repetir: en Australia, las leyes de conducción son realmente estrictas. ¿Sabes cuando sales con el coche y dices “una cerveza y para casa”? Pues en Australia, mejor que sea media… o ninguna.
Si eres novel, no puedes dar ni un 0,01 %. Y si no lo eres, deberás dar por debajo de un 0,05 %. Vamos, que si vas a coger el coche, mejor pide una Coca-Cola. Porque, en el caso de que excedas alguno de estos límites, te vas a juicio directamente. Y no debe ser muy agradable estar frente a la court australiana.
Queremos agradecer a Joan Antoni Alcáraz su gran aportación en la redacción de este SUPERartículo. 🙂 ¡Muchas gracias, CRACK! Sigue disfrutando a tope de tu aventura en Australia.