Me llamo Marta y soy de Cantabria. Hace tres años llegué a Byron Bay por primera vez y me encantaron las playas, el faro y los paisajes. Cuando volví a España, me acordaba siempre de mi vida en Australia, así que decidí escucharme y volver. Me encanta preguntar, escuchar y charlar, por eso voy a ser vuestra Colaboradora si elegís Byron como destino 🙂
1. ¿Por qué decidiste emigrar a Australia?
La primera vez, me empujó un poco el reto de irme lo más lejos posible. Huía de la inseguridad que nos invade cuando acabamos de estudiar y no sabemos muy bien dónde encajamos. Me apasiona el mar, la playa, el sol y se me había metido en la cabeza que trabajando de lo que fuera recuperaría la pasión por trabajar de lo que había estudiado. Quería mancharme las manos. Elegí Byron Bay porque reunía ambas condiciones. Además, quería pulir mi inglés y escapar de la gran ciudad por un tiempo.
Eso fue hace tres años. Esta vez ha sido bastante menos premeditado. Creo que nunca había estado tan incómoda en mi zona de confort. Todo el mundo se reía de la emoción que desprendía al hablar de Australia, y parece que yo era la única que no me daba cuenta. En el momento que conseguí escucharme, parece que todo a mi alrededor encajó perfectamente para ayudarme a tomar la decisión de volver otra vez.
2. ¿Tuviste un Local Advisor cuándo llegaste? ¿Qué piensas de su papel?
Nuria fue mi Local Advisor y todavía me hace muchísima ilusión encontrármela. Creo que es imprescindible contar con alguien así en los primeros días. Cuando ves una cara amiga parece que se disuelven los nervios y puedes relajarte por un momento.
Nuria me llevó a comer el día que aterricé en Byron… ¡yo no sabía si iba o venía! Después de eso hicimos todas las gestiones necesarias y siempre pude contar con ella para aconsejarme con la búsqueda de trabajo o casa. ¡Un placer haber coincidido!
3. Tú vas a ser la siguiente Local Advisor en Byron Bay. ¿Qué es lo que te gustaría transmitir a la gente cuando lleguen?
Por supuesto, calma, pero también motivación. Me encargaré de que sepan que pueden contar conmigo. Mis amigos se ríen de mi capacidad de hacer infinitas preguntas por segundo, así que estoy aquí para responder con el mismo entusiasmo. Me encantaría conseguir que se relajen, porque estoy segura de que así la cantidad de preguntas irá disminuyendo.
Pero, sobre todo, lo que más me gustaría es conseguir que la gente venga a exprimir al máximo la experiencia aussie. Quiero transmitirles el valor de fusionarse con la cultura para hacer de cada viaje por el mundo una historia nueva y diferente.
4. ¿Qué aconsejas a los que quieren venir a Australia?
Escúchate a ti mismo, no a tu juicio, ni al “debería” ni al “quizás más adelante”. Si de verdad quieres hacerlo, hazlo. Ahorra, marca el objetivo y ve a por ello. Todas esas dudas, que parecen voces en nuestra cabeza, son sólo miedos. Es normal, todos las tenemos y miente quien dice que no las ha oído.
Y una vez decidido… ¡Mézclate con australianos, levántate con las kookaburras, prueba el vegemite, ve a ver un moonrise, báñate en el mar de buena mañana, convive con una familia si te es posible, camina descalzo, copia y prueba a hacer todo lo que hacen, y entonces decide, si te gustan o no, todas esas costumbres!
5. ¿Qué estudiaste cuando llegaste? ¿Qué? ¿Por qué? ¿Te gustó?
La primera vez vine a conseguir un título que probara mi nivel. Vine a estudiar inglés a Byron Bay y comencé haciendo tres meses de preparación al examen de IELTS para después hacer otros tres de preparación al CAE.
En el primero me lo pasé genial, el ambiente era multicultural y la manera de dar clase no tenía nada que ver con la fórmula española. El hecho de que no fuera a presentarme al examen me permitió relajarme y disfrutar de las clases.
En el segundo curso aprendí muchísimo aunque era más parecido a lo que estamos acostumbrados. Y… ¡Finalmente conseguí el CAE!
Esta vez voy a estudiar un curso de Small Bussiness y Marketing que me dará más tiempo para disfrutar de la Bay.
6. ¿Cuáles han sido tus trabajos en Australia? ¿Cobrabas bien, suficiente para vivir?
Conseguí trabajo de cleaner en un hotel y estuve tan a gusto que me quedé allí durante toda mi estancia en Byron. Los dueños del hotel, una pareja australiana, me han recibido de nuevo con los brazos abiertos. También trabajé como spanish teacher, babysitter casual y estuve una temporada de Au Pair con dos familias diferentes.
En todos mis trabajos siempre cobré un mínimo de $20 por hora. Durante los meses que iba a la escuela, trabajar no era mi principal objetivo así que sólo lo hacía los fines de semana. Con ese dinero me pagaba el alquiler de la semana, trabajando sólo unas 8-10 horas.
Cuando quise ahorrar me propuse tener gasto cero y es por eso que decidí vivir con familias. Por supuesto, cada uno tenemos nuestra idea de lo que es vivir y para mí merece la pena hacer ciertos esfuerzos para luego obtener la recompensa. Pero creo que, en general, los sueldos australianos pueden dar mucho de sí. Eso sí, ¡hay que currárselo!
7. ¿Qué visado tienes ahora? ¿Y cuándo se acabe, qué?
De momento, he vuelto a Australia con otra student visa. Y I’ll go with the flow… 🙂
8. ¿Cuál es la situación más graciosa en la que te has encontrado en Australia?
Me llevó un tiempo aprender que la palabra girlfriend no quería necesariamente decir novia. Hasta la fecha estuve pensando que mi casera, una mujer mayor australiana, era un poco… ¿suelta? Tenía muchísimas girlfriends.
Aparte de los típicos errores del idioma, creo que me impactó bastante el día que me encontré un caballo dentro de mi habitación al darme la vuelta. Estuve un tiempo viviendo en un cobertizo de una granja australiana y desde ese día aprendí que tenía que cerrar bien la puerta.
9. ¿Cómo es tu día a día y tu vida en Australia?
Por supuesto depende de dónde esté y lo que esté haciendo, pero en general: levantarme con el sol, ir a darme un baño a la playa o echarme un último sueño en la hamaca; trabajar, estudiar, o hacer las que sean mis obligaciones en ese momento; probablemente volver a darme otro baño o dar un paseo, y acabar tomando una cervecita con mis amigos en casa o en algún bar de música en directo.
10. Escribe lo que te dé la gana:
Australia es un juego, desafía tus límites, ten paciencia y sobre todo let it be o ¡deja que pase!
Deja atrás las vergüenzas, sorpréndete a ti mismo, échale cara. Si no sale, sólo has vuelto al punto de partida. Recopila anécdotas, equivócate, ríete de ellas.
Y no te creas, yo soy de las que cuando piensa en algo, le sale humo de la cabeza… Le doy un millón de vueltas a las cosas, y Australia me enseñó que quizás no merezca tanto la pena.
¿Te ha gustado esta entrevista? Puntúala con estrellitas 🙂